Felicidades a todos los ciegos del mundo

Ayer, día 13 de diciembre, se celebra santa Lucía, patrona de los ciegos y las modistas.
Para mí, este es un día especial en el que se encuentran distintos sentimientos: alegría, nostalgia, emoción y tristeza.
Alegría por celebrar la unidad y la fuerza de quienes, aun estando privados de visión, luchamos por seguir adelante en busca de una vida más plena.
Es curioso cómo la gente que ve a grupos de ciegos este día se admira y dice; mírales, hoy están de fiesta, son increíbles.
Nostalgia por los tiempos pasados en los que tuve responsabilidades en la organización de éste día y por todo lo que he vivido desde que festejo este día.
Emoción por saberme integrado, con ganas de hacer cosas e ir dejando mi huella allá donde voy. ¿Quién me iba a decir a mí y a mi familia, hasta dónde he podido llegar?
Tristeza por recordar a mis amigos ciegos que han ido falleciendo. Sé que debo alegrarme por haber disfrutado de su afecto y enseñanzas, pero es inevitable que les recuerde especialmente hoy.
La celebración consistió, en mi caso, en una solemne y sentida misa, una excelente comida y la camaradería de un buen número de compañeros y amigos.
La fiesta con la que se culmina en Madrid es muy masiva por lo que yo la paso.
Deseo a todos los que visitáis este rincón que la luz os inunde, que sepáis ver lo hermoso de la vida, de los seres que os rodean y de la naturaleza.