viernes, 4 de enero de 2013

Mi carta a los reyes Magos 2013



Apreciados Reyes Magos:

¿Llego tarde ya? ¿Aún estoy a tiempo de enviaros esta carta? Seguro que todavía la leéis. Allá va.
El pasado año dije que me habíais traído un talonario de vales por la Amistad. Ese talonario ha sido cumplimentado con nombres nuevos en 2012, qué gran riqueza es ésta. Mientras con crisis se nombraba casi todo, yo he sido rico en amig@s y triunfos. Ya lo escribí el pasado 21 de diciembre.
Entonces, ¿cómo pediros algo? A vosotros que tanto os piden, hasta a mi no dejan de pedirme por doquier y por donde transito, no sé. Me da un poco de vergüenza.
  Pero como sois magos mágicos, al final me decido, confiado en que no será carbón la respuesta que reciba sino dádivas.
Querría que me trajerais…
Servir de estímulo a alguien que se encuentre triste, ayudar de verdad. Fue maravilloso impartir, junto con Elena, mi testimonio a reclusos de Alcalá Meco y sentir que les llegamos al corazón. Algo así. Más allá de ofrecer, no lo que me sobra, sino compartir algo de lo que tengo en forma de donativo, querría que me fuese concedido hacer algo por los demás de verdad, en persona, directamente. Dejadme dar luz.
Subir en globo, claro que sí. Saber cómo se percibe el horizonte a oscuras, notar el vacío, escuchar el silencio. Que esto sea tan inolvidable como aquello de tañer una campana. Que sea viaje, más viajes sí sí porfa, viaje sí, pero viaje compartido con quien ya sabéis.
Pido cultura en la forma que mejor sea. Un concierto como el de José Luis Perales, una exposición como la del Anuncio de la Modernidad, un musical con nombre de “Sonrisas y lágrimas”.
Pido acariciar, ver con mis manos, entregarme con ellas: la corteza de un árbol centenario, una melena, una mejilla, una flor. ¡Una maqueta a la que le levantan la vitrina!
Buenos libros, buena charla, buen té, buena mesa. Os dejo elegir, seguro que pido mucho, pero…
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, traedme ilusión para ilusionar, sonrisas para regalar, sueños para enseñar a soñar, retos que superar, humildad, sencillez.
Sigo creyendo en vosotros, en lo que simbolizáis y representáis. Que al recibo de la presente os encontréis con ánimo, que lleguéis a todas partes, pero sobre todo a los rincones donde mayor oscuridad hay, porque con vuestra luz haréis felices.
Yo aguardaré vuestros presentes a lo largo de mi futuro 2013. Sé que, como siempre, algo me traeréis y, os lo aseguro, no lo devolveré al día siguiente. Lo guardaré conmigo, en esa memoria que es también luz.
No sé, me gustaría ser yo también un poco Rey Mago, ser portador de alegría, de pellizcos en almas aún ingenuas de niñ@ grande, de estímulo y ejemplo.
Gracias, gracias por vuestra paciencia, por no cansaros con tanta petición.
¿Me dejaréis, al menos, poder volver a escribiros en 2014? Sé que sí; así que… ¡hasta entonces!
¡Feliz cabalgata! ¡Feliz reparto!
Un apretado abrazo de ilusión y magia, de sueños y sonrisas.





2 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

Tú nunca llegas tarde, Alberto, y con tan buenos propósitos para el año que empieza, pues mucho menos. Porque nunca es tarde para soñar, para empezar de cero, para superarnos... y estoy segura que todo lo que pides en esta carta, que no es mucho, si te lo propones en serio de aquí a un año nos lo estarás contando como una realidad en tu balance anual.
Que no dejemos de soñar, que sigamos siendo como niños,que no perdamos la capacidad de sorpresa, la ilusión... que sigamos cumpliendo objetivos y superando retos... durante este año y todos los venideros.
Un abrazo con forma de roscón y aroma a azahar.

Alberto dijo...

Rosa, y que sigamos contándolos. Que compartir engrandece.
Acepto ese roscón con aroma a azahar y evocador sabor a fruta escarchada.
Que tus sueños y proyectos también tengan el apoyo de los Reyes Magos.
Besitos de caramelos de cabalghata.

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