domingo, 15 de julio de 2012

La caja


Otro domingo más, otro cuentecillo más.
Que sigáis dejándoos mecer por un verano de paz, pese a todo.
Que todas las crisis del mundo, no puedan con vuestra capacidad de soñar.
Feliz semana.

DE niño yo soñaba con tener una caja grande en la que atesorar todos los recuerdos para el día de mañana.
De adulto me gustaba mucho conquistar nuevos horizontes para regalárselos, en forma de  cuentos, a mi Celia y a mis retoños,  Luisa y Jaime.
Hoy, ya que soy un chocho anciano no sé dónde, mi mujer y yo, guardamos aquella caja que tanto quería. Ya ven. Ella murió y yo sigo aquí. Sin su referencia apenas soy nadie. Me limito a dejar pasar el tiempo, un tiempo que se me está haciendo eterno. ¿Y los horizontes? Aprendí que por mucho que me esforzase jamás podría conquistarlos. Dejé de narrar nada, ¿para qué? 
¿Por qué pienso esto esta tarde? Es que mis hijos se han empeñado en que vaya al cine. Yo no tengo ganas, no me apetece. Solo quiero morirme y partir.
-Luisa, ¿de verdad crees que a papá le gustará que le llevemos a ver La diligencia?? Es que me parece que, en el fondo, a él le da todo igual y de nada servirá que nos esforcemos.
-Que sí, Jaime. Que algo tenemos que hacer por él. Le veo tan desilusionado, pobre papá. Con la de cosas que nos contaba hace años. ¡Yo no puedo quedarme de brazos cruzados y contemplar cómo se deja consumir!
-Ya, pero es que creo que lo único que él querría es morirse para juntarse con mamá.
-Aunque así sea, como eso es algo que sucederá cuando Dios quiera, mientras tanto tenemos que pensar en él, pincharle para que vuelva a sentir la vida.
-Por cierto. ¿Sabes? El otro día, haciendo limpieza y buscando trastos viejos en el desván, me encontré con una especie de baúl, bueno, tampoco era un baúl, era… de cartón y estaba atada con una cuerda. La abrí, ya no me acordaba de todo aquello. No veas lo que contenía, cromos, soldaditos de plomo, fotos color sepia, postales desvaídas, canicas, cartas… Vaya rato que pasé revisando semejante botín.
 -Qué bonito, ¿no? No se te ocurriría tirar todos aquellos tesoros.
-No, qué va. Me entretuve en limpiarlos y organizarlos.
-¿Eran cosas de papá?
-Creo que sí. Desde luego, mías no eran. Que cuando nosotros éramos críos había juguetes más modernos. Acuérdate que ya tuvimos maquinetas y muñecas articuladas y hasta un mini proyector.
-Oye, entonces… Igual a papá, le haría ilusión volver a tener todo aquello.
-Bah, no creo. Ya te digo que le importa todo una mierda. Que no quiere nada.
-Bueno, bueno, tampoco pasaría nada por probar. Venga, trae la caja esa que se la llevamos. Mientras, nosotros miramos dónde ponen la peli y demás.
 ¡Qué ilusión! Si está todo aquí.
Marcial, con mano temblorosa va sacando con mimo objeto a objeto toda una pléyade de pequeñas joyas.
-Mírale, Jaime. Si ha vuelto a sonreír. Qué guapo está con esa sonrisa que pintan sus ojos.
-Sí, Luisa. Tenías razón. Ha sido lo mejor. ¿Qué te parece si le dejamos que disfrute de sus hallazgos?
Las canicas con las que gané al equipo del otro pueblo. La foto que nos hicimos Celia y yo el día de la fiesta, qué guapa se la ve. Los indios y vaqueros, vaya si me montaba buenas peleas. El billete de tren que inauguró mi primer viaje.
-Papá, vamos a cenar. Que ya es tarde.
-¿Ya? ¿Y eso que decíais de ir a ver no sé qué película?
-Me parece, nos parece, que el cine puede esperar. ¿Eh que sí?
-Hijos míos, la verdad que sí. Mira que traerme esta caja. ¿Dónde estaba? No me la volváis a esconder.
-Vale, papá. Pero a cambio, prométenos que nos volverás a contar historias como antes. ¿Querrás?
-Historias, si os aburriréis con mis chocheces.
-Qué va, qué va. ¿Y si empiezas por aquella en la que te perdiste en el mar y te salió al encuentro una sirena con nombre de mamá?
-Aaaaah, Era de madrugada, el cielo estaba claro y la mar limpia…
  

6 comentarios:

Alimontero dijo...

Hola Alberto, ha sido realmente un gusto pasar por aquí leerte...vengo por recomendación de la bella Rosa Sánches...;-)

Y aunque aquí estamos en invierno, y las crisis son para reactivar la creatividad, sigo soñando... qué bien!!

buen semana!

Ali

Momentos dijo...

Me gusto el cuentecito de hoy. Siempre me haces pensar. Besos.

Alberto dijo...

Ali, muchas gracias por pasarte. Me alegro de que hayas disfrutado.
Espero que sigas haciéndolo.
Disfruta de esta nueva semana.
Besos de luz.

Pilar, jejejej. Cómo me gusta que mis cuentos muevan a la reflexión, es uno de sus fines.
Y es que, a veces, nos empeñamos en hacer que nuestros mayores disfruten con cosas que a ellos verdaderamente no les importan.
Bueno, en fin.
Feliz semana.

Francisco Rodríguez Tejedor dijo...

Alberto, un placer leerte. Como dice otro amigo, invitas a reflexionar. En relación a mi entrevista en "Diversidad Literaria", si estás interesado les digo que contacten contigo. La entrevista te la hacen por e-mail. Luego les envías un libro y te hacen una reseña. A mí supongo que me la harán en las próximas semanas.

Indicas en mi blog que editas una revista. Qué revista es.

Un abrazo.

Mercedes Pajarón dijo...

Te ha quedado de perlas, ¿eh, que sí? Bueno, jejeje, me despido, que me voy de vacaciones. Disfruta, pásalo muy bien y no dejes de darle vueltas a la cabeza con muchas más historias. Besósculos, mua.

Alberto dijo...

Paco, buenos días. Sí, me interesaría que me hiciesen la entrevista porque hablaría de cómo las personas ciegas accedemos al mundo de la literatura vía braille, audio y nuevas tecnologías. Dale mi correo y que me digan.
La revista que edito de información bibliográfica para personas ciegas con novedades y recomendaciones. Te la haré llegar ya que es específica para el colectivo.
Me alegro de que mis cuentecillos te hagan reflexionar.
Un abrazo.

Merceditas, me alegro de que te haya gustado mi último cuentecillo.
Disfruta del verano y que sigamos ahí a la vuelta con más historias y nuevos encuentros.
Besósculos veraniegos.

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