Pues sí, vacaciones al fin.
Mañana es mi último día de trabajo hasta el 13 de septiembre, así que Tiflohomero, y su autor, dejarán de daros la lata por unos días.
Espero que nadie falte a la vuelta y que podamos compartir experiencias y proyectos para el futuro.
Y os preguntareis: ¿no nos va a señalar este hombre los hechos que más han destacado para él en este tiempo de 2010? Claro, sí sí, ahí van:
Un cambio en el trabajo, con la necesidad de asumir nuevas responsabilidades de gestión. Lo que en un principio pareció un nuevo reto, ha sido fuente de quebraderos de cabeza que me han traído nervios y dudas, aparte de no estar tan centrado en la creación de cuentos y publicación de andanzas. En fin, ahí vamos resistiendo en laesperanza de que merezca la pena.
Saciar mi sed viajera. Puede decirse que no han sido pocos los lugares visitados: desde esos Berlín y Praga hasta los Vilaller y Villamayor de Santiago pasando por Jaén, Cantabria, Bilbao, Pedrezuela y Talavera de la Reina. Teniendo además la perspectiva de unos días en la Castilla Soriana y zamorana. De todos estos lugares he procurado atesorar cultura y recuerdos que me aporten nuevos bagajes de conocimientos.
Lo mismo que alimentarme con buenas lecturas y actos culturales que han proporcionado tanto disfrute a mi espíritu: libros como “La jaula de oro”, “Seda negra” o “La casa del propósito especial” o musicales como “Chicago” y un concierto en la Sinagoga española de Praga.
Que mi grupo del taller de lectura que imparto, fuese capaz de sobreponerse al apuro de leer en voz alta y deleitase a todos quienes fueron a acompañarnos con una actuación magnífica, en torno al braille y las leyendas.
El haber puesto voces a personas con las que me venía relacionando de forma virtual. Todas ellas, voces que han ratificado ese sentimiento mío de privilegio ante tanta gente que me regala su afecto por lo que soy, sin importarles mi ceguera.
Y tantos momentos compartidos en torno a una buena mesa y mejor charla. ¿Cómo olvidar a todos los que me felicitasteis por mi cumpleaños, haciendo que sintiera, tuviese la certeza de que no estoy solo? O, faltaría más, ¿quién podría dejar de ser dichoso ante las alegrías que me dan mis añoradas sobrinas?
Gracias siempre por tanto como me aportáis.
¡¡Un brindis por vosotras y vosotros!! ¡¡Por la amistad y muchas sonrisas luminosas!!
Mañana es mi último día de trabajo hasta el 13 de septiembre, así que Tiflohomero, y su autor, dejarán de daros la lata por unos días.
Espero que nadie falte a la vuelta y que podamos compartir experiencias y proyectos para el futuro.
Y os preguntareis: ¿no nos va a señalar este hombre los hechos que más han destacado para él en este tiempo de 2010? Claro, sí sí, ahí van:
Un cambio en el trabajo, con la necesidad de asumir nuevas responsabilidades de gestión. Lo que en un principio pareció un nuevo reto, ha sido fuente de quebraderos de cabeza que me han traído nervios y dudas, aparte de no estar tan centrado en la creación de cuentos y publicación de andanzas. En fin, ahí vamos resistiendo en laesperanza de que merezca la pena.
Saciar mi sed viajera. Puede decirse que no han sido pocos los lugares visitados: desde esos Berlín y Praga hasta los Vilaller y Villamayor de Santiago pasando por Jaén, Cantabria, Bilbao, Pedrezuela y Talavera de la Reina. Teniendo además la perspectiva de unos días en la Castilla Soriana y zamorana. De todos estos lugares he procurado atesorar cultura y recuerdos que me aporten nuevos bagajes de conocimientos.
Lo mismo que alimentarme con buenas lecturas y actos culturales que han proporcionado tanto disfrute a mi espíritu: libros como “La jaula de oro”, “Seda negra” o “La casa del propósito especial” o musicales como “Chicago” y un concierto en la Sinagoga española de Praga.
Que mi grupo del taller de lectura que imparto, fuese capaz de sobreponerse al apuro de leer en voz alta y deleitase a todos quienes fueron a acompañarnos con una actuación magnífica, en torno al braille y las leyendas.
El haber puesto voces a personas con las que me venía relacionando de forma virtual. Todas ellas, voces que han ratificado ese sentimiento mío de privilegio ante tanta gente que me regala su afecto por lo que soy, sin importarles mi ceguera.
Y tantos momentos compartidos en torno a una buena mesa y mejor charla. ¿Cómo olvidar a todos los que me felicitasteis por mi cumpleaños, haciendo que sintiera, tuviese la certeza de que no estoy solo? O, faltaría más, ¿quién podría dejar de ser dichoso ante las alegrías que me dan mis añoradas sobrinas?
Gracias siempre por tanto como me aportáis.
¡¡Un brindis por vosotras y vosotros!! ¡¡Por la amistad y muchas sonrisas luminosas!!
3 comentarios:
buenas vacaciones,Alberto!
(yo me voy el 1 de setiembre)
te espero renovado para El Taller!
besitos.
Felices vacaciones, aquí estaremos a la vuelta, esperando tus vivencias. Saludos.
Que tengas un buen regreso tras unas deliciosas vacaciones!
Yo, ya por aquí, intentando recuperar la rutina de la vida cotidiana...
Besósculos y hasta prontósculo! Mua!
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