lunes, 24 de marzo de 2014

Nefasto servicio de Viajes Barceló, cúmulo de despropósitos


Creíamos, mi compañera Elena Rodrigo Izquierdo y yo que habíamos terminado con la mala experiencia de contratar los servicios de Viajes Barceló tras recibir respuesta hace unos días a nuestra reclamación y, aunque no quedamos satisfechos al 100 por 100 de lo que nos decían, sí al menos nos daba en parte la razón devolviéndonos el importe del traslado que no hicieron correctamente, 45.90€ de nada, pero es que ahora vienen exigiéndonos que les firmemos un bonito documento de descargo que no corresponde a lo que sucedió. Total que estamos hartos y por eso lo vamos a difundir entre nuestros contactos y, por supuesto en las redes sociales en las que participamos.
Te cuento:
Aprovechando que Elena es empleada de BBVA acudimos a esa empresa para contratar nuestro viaje a Gran Canaria del puente de la Constitución del año pasado.
Iríamos, además de nosotros, otro amigo que tiene un pequeño resto visual pero resulta que éste, 3 semanas antes se accidentó en un ojo y hubo de cancelar la reserva. Por cierto que a pesar de que presentó informes médicos justificando la anulación no le devolvieron nada.
Pues bien, el agente de Viajes Barceló que nos tocó, no en suerte, si no en desgracia, nos dijo que debía modificar los horarios de vuelo porque Iberia Exprés no nos dejaba volar a causa de nuestra discapacidad y nos los adelantaba con Air Europa que no ponían ninguna pega. Se
suponía que él se encargaba de todo.
Habíamos contratado el viaje en avión de ida y vuelta, el hotel en régimen de alojamiento y desayuno y el traslado del aeropuerto al hotel y viceversa.
Pues bien, llegado el día del viaje, a nuestra llegada a Gran Canaria, no había nadie para recogernos y después de un par de horas de espera, vino el transporte. Nos dijo y mostró la correspondiente documentación, que estaba avisado para recogernos como si hubiéramos viajado con Iberia Exprés. Y, más aún, que el regreso lo tenía también con Iberia. Vamos, que Viajes Barceló no había notificado a la agencia de transporte, el cambio de horario.
Cuando llegamos al hotel, la reserva estaba hecha como si fuéramos los 3, es decir, con 2 habitaciones y luego nos enteramos, así nos lo decían nuestros amigos canarios, que la ubicación del hotel estaba en el barrio de prostitución de la ciudad.
Nuestra incertidumbre fue grande al no tener claro que nos recogerían para volver al aeropuerto de regreso. Estuvimos llamándoles, naturalmente a un 902, varias veces y, aparte de que estaban empeñados en que les diéramos el localizador del viaje (sin importarles que insistiéramos en que éramos ciegos y que no lo conocíamos, parece que la informática en vez de ayudar está de adorno), insistían en que recibiríamos un fax en el hotel indicándonos la hora a la que deberíamos estar para que nos recogiesen, fax que no llegó y, como estaba cantado, cuando llegamos al hotel para ir al aeropuerto, se había largado. Qué bien, a la llegada nos tienen a nosotros esperando dos horas y a la partida no son capaces de llamarnos al móvil o de esperar un cuarto de hora. Total que Laura León del Pino, nuestra amiga canaria tuvo que llevarnos ella al aeropuerto.
Lo de la ubicación del hotel aunque no nos supuso inconveniente, porque en todo momento Laura fue a buscarnos, sí nos dio bastante rabia porque le habíamos recalcado al agente de marras que éramos ciegos y que nos buscara un hotel bien ubicado.
Total que, a principios de año, les presentamos la reclamación con todos estos extrremos, pidiéndoles que nos devolvieran el importe del traslado y una indemnización de 200€ por todas las molestias causadas,  debidamente documentada y después de 2 meses nos responden, con buenas palabras, que nos devuelven los 45.90€ del transporte del aeropuerto al hotel. De la indemnización nada de nada.
Pues bien, 10 días después, nos vienen ahora con que les firmemos un documento de descargo, es decir, poco menos que si firmáramos una sentencia de muerte, que les liberamos de cualquier otra responsabilidad y renunciamos a cualquier otro tipo de acción jurídica bla bla bla. El documento viene con un texto previo como si nos hubieran trasladado a otro hotel (hablan de un apartothel), cosa que no tiene nada que ver con lo que nos han dicho que nos devuelven. Total que si no firmamos el dichoso papel, no hay dinero que valga.
Qué quieres, es una tomadura de pelo. Que se metan los 45.90€ por donde les quepan, pero a nosotros que no nos esperen volver a contratarles ni, por supuesto, a recomendar sus servicios.
Perdona por el desahogo y  te agradezco que lo difundas. Al menos para que se vayan enterando de que a la literatura publicitaria hay que acompañarla con seriedad y hechos.
  

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