Estos días me ha parecido revivir aquellos lejanos tiempos míos escolares cuando, por estas fechas, repasaba los verbos, adjetivos y demás para presentarme a examen de lengua. Estos días he conjugado. Es verdad, no eran verbos ni adjetivos ni sinónimos. Eran sentimientos. Y es que 4 días de manifestaciones de felicitación, admiración, generosidad, aliento, entrega, complicidad, No podían generar otra cosa que no fuesen sentimientos enlazados entre mi mente y mi alma. Sentimientos en clave de gratitud, emoción, temor, sobrecogimiento, plenitud. 4 días de incesantes y maravillosas muestras de enhorabuena y apoyo de vosotras y vosotros pero, también, de gentes que no me conocen personalmente y que han sabido de mi triunfo, no en forma de laurel (cual emperador romano) sino de imagen en color azul de la cubierta de Huellas de Luz; de dorado, por el sombrero con que he cubierto mi calva a lo Fred Astaire (como dice mi amiga Rosa) o de rubí por el rubor que todo eso me ha producido en esas rollizas mejillas que me “adornan” (entre comillas). Así suena mi corazón, mi alma. Suena con tonos de campanitas, de fanfarria, de laúdes y violines, de trinos mañaneros, de mar al atardecer. ¿Cómo no sentir temor, entonces? Sí, temor por dudar de si seré capaz de estar a la altura de tantas espectativas, de no defraudar, de no dejar posos amargos de decepción. Espero que, si tal ocurriese, supieseis perdonarme, disculpar que os falle. No quiero hacerlo, no querría hacerlo pero… quién sabe. En cualquier caso, de momento, quedémonos con la música de la lealtad emocionada hacia quienes me estáis regalando tanto. Tanto y más. Como ese concierto al que ayer, dos personas especiales, quisieron acompañarme para disfrutar de la magia, hecha poesía y sonidos, en la voz de José Luis Perales, un auténtico maestro de esos sentimientos de los que ahora hablo, amén de otros más. . Vuestras palabras de estos días han dejado huellas profundas en mí, huellas de luz que seguir hacia la playa de la amistad. Va por vosotros y vosotras: soñad y sonreíd.
jueves, 14 de junio de 2012
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5 comentarios:
Hola amigo Bertiño¡ Que alegría tenerte en los seguidores de mi blog. Bueno me encanta toda la movida que has tenido. Sé que debes de estar muy satisfecho y ello te ayudará para seguir echando pulsos a la vida, cosa que sueles hacer constantemente y quedas en el pódium siempre.
Un besiño y yo como una ola de la Playa de Valdoviño que son enormes, me anexo a todos tus progresos.
Un besiño.
Alberto, un placer acompañarte, aunque mínimamente, en estos dás especiales y mágicos para ti. Que los disfrutes. Y que continúen. Tienes que darnos muchas alegrías todavía. Un fuerte abrazo.
Más que a lo Fred Astair yo diría a lo Humphrey Bogart en Casablanca, pero bueno. Me alegro de que estés triunfando, un abrazo.
Hola Alberto!!!!
Disfruta y saborea al máximo todos esos momentos felices que estás viviendo, luego son aspirinas mentales en momentos más difíciles.
Dos besicos y un abrazo.
Maria
Ana, sé de tu alegría por mi triunfo. Y porque lo sé, quiero compartirla contigo.
Que estos días de un nuevo curso que finaliza, sean de balances positivos y emotividad.
Cuídate.
Feliz verano de luz.
María. Qué razón tienes con eso de las aspirinas. Aprenderé a administrarlas con esa sabiduría tuya.
Que tú también tengas una buena cantidad de ellas. Seguro que así será y si no, yo te podría regalar algún comprimido.
Vayan también para ti otros dos besicos y otro abrazo.
Feliz día de luz.
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