miércoles, 19 de diciembre de 2012

2012: un año de éxitos, un año de LUZ para mí



Como es costumbre para este ciego tuyo, igual que para otros muchos otros, llega ahora el momento de hacer balance de lo vivido cuando un año más toca a su fin.
He de decir que casi me da vértigo hacerlo ante la pléyade de éxitos que me ha traído. Mientras que, a mi alrededor, parece vestirse todo de oscuridad, la luz ha sido protagonista de mi existencia: “Huellas de luz” nació el 10 de junio y ella me trajo emoción, promoción mediática nunca imaginada, eventos y admiración. Actos como la Feria del Libro, donde compartí caseta con José Luis Garci; las presentaciones oficial, con mi momento de gloria; la de mi pueblo, en las escuelas donde aprendí a leer; la de Zaragoza, con Ilumináfrica acompañándome; la de la ONCE y demás librerías y cenas solidarias.
Mi familia sigue en pie, unidos y siempre dispuestos. Una vez más me lo demostraron ante mi bautismo literario, el 3 de julio, en el Centro de Innovación de BBVA, lo mismo que en el resto de momentos importantes de mi vida. Un lujo y un privilegio contar con ellos.
Mis amig@s siguen a mi lado, apoyándome y aguantando mis ideas, mis ansias de crecer avanzando de su mano, estimulándome, alentándome. Ya lo he dicho muchas veces: sin la familia y sin los amigos de verdad, uno no es que no sea nada, pero es muy poco. Si yo soy algo, es en una enorme medida, gracias a ellos, gracias a ti.
He compartido experiencias para el recuerdo como esa charla con reclusos de Alcalá Meco en Segovia, esa plantada de árboles en La Pedriza, ese Congreso de Orientadores y Pedagogos bilbaíno, ese Camino de Santiago diferente   o esa merienda tetera en un hotel con Historia.
He viajado, cómo no, siempre bien acompañado, para sentirme partícipe de lugares como Polonia, Castilla, País Vasco, Asturias y Andalucía: Cracovia, Avila, Oviedo, Granada, Sevilla, Bilbao, Guipuzcoa, Santa Cruz de Mudela y Burgomillodo, ahí es nada.
He tratado de hacer visible la ceguera mediante mis intervenciones en los medios de comunicación a cuenta del libro y de los viajes a ciegas, y a través de mi testimonio en el día a día, como aquella tarde que fui al cine a ver Intocable o las reividnicaciones en pro de la accesibilidad y el diseño para todos.
Hemos compartido momentos divertidos en torno a la ironía y el humor, me he emocionado profundamente cuando una adolescente quiso darme un sentido abrazo de agradecimiento, el día en que asistí a la Misa del Peregrino en Compostela y aquella mañana de domingo en la que Sonia vino a verme; me estremecí al pasear por el Campo de la Muerte en Auswitz; me he sentido bien al ir cumpliendo retos y sueños.
  Me hice comedor de ostras mientras el fisioterapeuta reparaba mi hombro, digo de ostras porque esa era la expresión que me arrancaban sus movimientos para arreglarme la dichosa bursitis que quiso agraciarme con su maladada compañía.
He seguido contando, claro, escribiendo relatos y testimonios para compartirlos contigo y ponerlos en Tiflohomero, acogidos siempre con tu bondadosa calidez que es estímulo para continuar haciéndolo.
Y, no obstante, todo esto, siempre me queda la frustración de pensar que hago poco, que ayudo poco, que debería ir más allá por los demás, por ti. Quedaron algunas intenciones en el tintero de los buenos propósitos no cumplidos pero, en fin… Ahí hemos estado.
Recordaré a modo de secuencia en imágenes un largo aplauso dedicado a mi persona, un viaje en piragua a ciegas compartido con Elena, un libro en braille entregado al alcalde de mi pueblo, una payasa que me felicita por mi sentido del humor, una chica a la que, después de haberle escuchado lo gorda y fea que se sentía, le digo que yo la veo guapísima y cómo sonríe, toques de campana, miradores, suculentos platos  con excelsas viandas, el mar asturiano a mi espalda, tambores de Semana Santa sevillana en otoño y gaitas que emocionan junto a la Plaza del Obradoiro o las calles de la Vetusta de Clarín y su Regenta.
Nuevas personas me han conocido y han querido seguir mis huellas, toda una maravilla mágica, otro año más: personas que no me conocen de nada y que, cuando lo hacen, quieren seguir a mi lado y me ayudan a cumplir con mis sueños.
¿Qué decir ante todo esto? Simplemente, gracias a ti que me has ayudado a conseguirlo, a nutrir mi sed de plenitud y aspirante a la normalidad, a ir más allá, más lejos, ultreia et supreia. Tratando, eso sí,  de hacerlo con la mirada limpia y el corazón bravo.
Tal vez haya defraudado en alguna ocasión, no sé. Si así ha sido, te pido perdón sinceramente. Yo qué sé.
Que en 2013, cuando finalice, puedas decirme que he seguido siendo luz para ti.
Con ilusión, con tenacidad y entrega, con deseos de aprender, contigo… ¡Siempre adelante!



8 comentarios:

Piedad dijo...

¿Y qué más se puede pedir...?
Ha sido un año lleno de luz y de emociones vividas y compartidas de las que me alegro de todo corazón y, deseo que el 2013 supere con creces al 2012 y se hagan realidad todos tus deseos.

Te dejo mi mensaje... el mensaje que sale del corazón dedicado a todos mis amigo/as.


Hoy llego a tu puerta
con el corazón en la mano,
y el deseo de encontrarla abierta
para darte un abrazo de hermano.

Como si fuera paloma
vestida de blanco plumaje,
vuelo y vuelo sin cesar
para traerte este mensaje.

Que la salud te acompañe
y la paz esté siempre contigo,
que la felicidad no te abandone
y el amor permanezca vivo.


Piedad Martos.

Alberto dijo...

Piedad, muchas gracias por tus buenos deseos que te devuelvo en la misma medida y con la misma fuerza.
Besos agradecidos de luz.

Rosa Sánchez dijo...

Alberto, puedes estar satisfecho porque, créeme, has hecho más cosas en un año que mucha gente en toda su vida, je, je. Es tremendo, Alberto, llamarte “incombustible” es quedarnos cortos, habrá que inventar otra palabra... Yo, de momento, me quedo con tu nombre, porque decir Alberto Gil es hablar de tesón, de creatividad, de imaginación, de ilusión, de ansias de superación… de LUZ, Alberto, y de muchas cosas y todas buenas, unas prohibidas, otras no tanto, pero todo original y bien hecho. A mi personalmente me gustan las personas que trabajan, que luchan, que se superan, que creen que nada es suficiente y siempre andan tras un nuevo reto. Y si son personas sencillas, humildes, cercanas… ya lo bordamos. Vuestra es toda mi admiración. Por eso te felicito y te animo a que sigas aportando luz a este mundo que necesita a muchos Albertos Gil y por muchos años. Enhorabuena y un fuerte abrazo… el color ya lo eliges tú, ¿sí?

Alberto dijo...

Rosa, te has excedido en tus palabras, pero las acojo con emoción y gran agradecimiento. Vaya regalo de Navidad que me haces con ellas y con ese libro que tienen nombre de alma.
Ya me dirás, jejejeje, ¿cuáles son las cosas prohibidas que he hecho este año.
Y el color que elijo, claro... no puede ser otro que el "rosa", jejejej. Bueno, también me quedo con el color esperanza y lo que él entraña como bien dice Diego Torres en su canción.
Besos de colores, de mandarina y peladillas, de azahar y cereza.

Rosa Sánchez dijo...

Ay, Alberto, tú tan modesto como de costumbre, je, je. Sabes bien que siempre nos quedamos cortos contigo. Y también es cierto que las palabras a veces están sobrevaloradas, hay cosas que no se pueden explicar; e incluso algunas cosas quedan mejor explicadas a través de un cálido abrazo, pero a algunos no nos queda otro remedio que escribirlas porque a veces ese gesto no es posible por la distancia.
¿Palabras Prohibidas? Que una palabra sea prohibida o no, depende totalmente del que la lee y la interpreta, ¿no es así? Yo, personalmente, hace tiempo que no leo ninguna: ¡ya me gustaría!
Ten cuidado porque El Alma de Alejandría tiene algunas palabras de ésas, revoltosas, juguetonas, entre sus páginas... te aviso para que no te pille desprevenido, je, je.
Te has vuelto a olvidar, entre tanto beso, ese beso tan enigmático, pero no por ello menos atractivo, que dicen que lleva esencia de bambú.
Un fuerte abrazo y que pases unas fiestas muy felices, en la mejor compañía.

Franziska dijo...

Sólo llego hasta aquí con el deseo de felicitarte las fiestas y esperar que el próximo año sea mejor que bueno para tí y tu familia.

Un abrazo de Franziska

amelche dijo...

El resumen del año es para la semana que viene, ¿no? No te adelantes tanto. :-D Feliz Navidad y un abrazo.

Alberto dijo...

Rosa, dices que las palabras están sobrevaloradas, tal vez pero es que yo si no es por las palabras, poco puedo ver que otras formas me están vedadas a riesgo de ser tachado de tocón y los tocones so para los árboles o algo así.
Casi termino tu Alma de Alejandría y me admira lo bien documentada que está y lo bien traída que está la trama con la Historia. Me he quedado con ganas de más. Y sí, ya me ha parecido ver alguna palabra prohibida.
Bueno, que el bambú nos acompañe también en 2013 y quien sabe si también algún abrazo. Quién sabe...
Gracias por tu afecto siempre tan atento y constante.
Besitos de luz flambeada de bambú.

Francisca, gracias por tus buenos deseos que, sin duda, para ti también se habrán cumplido. Feliz 2013 y que la palabra sos siga regalando vínculos de amistad.

Ana, el balance lo hice como última entrada del año. Ahora ya la he actualizado.
Que se dé bien este año que balbucea.
La Dama de Elche adorna mi casa y mi blog, jejejej.
Cuídate y no dejes de encender velas olorosas.

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