Estoy convencido de que las palabras son señales que las personas ponemos en la carretera que conduce a la comunicación. Por eso, éstas van evolucionando conforme evoluciona la sociedad, lo mismo que lo hacen los postes, según ha ido progresando la técnica, desde los mojones de los romanos hasta los actuales paneles electrónicos.
En esta línea, los que tenemos una discapacidad, antes éramos llamados inútiles, luego minusválidos y ahora discapacitados. De la misma forma, si queremos participar, de manera plena, en nuestro entorno, antes teníamos que integrarnos y ahora buscamos nuestra normalización.
Pero, ¿cómo llega a la normalización una persona ciega como yo?
Éstos son algunos de los indicadores que, en mi opinión me conducen a ese propósito y que las palabras sean el faro que me lleve a esa meta tan ansiada como es la de ser aceptado y tener una vida lo más plena posible.
Reconocer la diferencia: todos los seres humanos somos limitados, pero estas limitaciones, cuando uno padece una enfermedad grave, se hacen mayores y más patentes. Lo primero que uno debe saber es cuáles son y saber que, pese a ellas, las cosas no se acaban, sino que aún queda mucho por lo que luchar y que incluso disponemos de capacidades superiores a los que no las padecen.
Saber pedir ayuda: reconocidas éstas, hay que acudir a profesionales y organizaciones que van a ayudarte a desarrollar esas capacidades que mantienes íntegras y a suplir las deficiencias que has asumido. Pedir ayuda, todo el mundo necesita en un momento dado, preguntar algo, aprender cosas nuevas.
Voluntad y espíritu de superación: esto es básico. Hay que tener fuerza para ir hacia adelante y sentir el orgullo de ser admirado cuando demuestras tu valor y deseo de ser algo más que un mero enfermo.
Aprovechar la tecnología: hoy los discapacitados tenemos la suerte de poder aprovechar los beneficios que supone la tecnología. Con ella y su buen uso, somos menos discapacitados.
Ser reivindicativo: aprovechar todos los cauces y canales de expresión para dar a conocer nuestro mundo y hacer oír nuestras voces para que se nos faciliten las cosas, cada día un poquito más.
Una sonrisa como premio: saber agradecer la ayuda que las gentes de bien nos quieren brindar con una palabra amable y una sonrisa. Ellos no son quienes para recibir nuestras innecesarias amarguras o frustraciones. Nuestra reacción ante alguien que nos quiere ayudar, será el modo en que serán ayudados otros como nosotros.
Por eso, yo sé que mi imaginación es muy fuerte, procuro ir buscándome nuevos retos con el apoyo de mi ordenador y de mi cultura, aceptar siempre la ayuda que recibo para cruzar la calle o subir al Metro, y participar en actividades para demostrar que las personas, como yo, aún tenemos algo que aportar.
¿Qué os parece?
domingo, 30 de septiembre de 2007
El camino hacia mi normalización.
Publicado por Alberto en 6:48 p. m.
Etiquetas: अ Así soy
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3 comentarios:
Si es que los normales sois gente como tú, la inmensa mayoría de los demás son los anormales porque se empeñan en empañar la naturaleza humana por definición.
Para nada te consideres fuera de lo normal, ... o en todo caso porque lo tuyo es EXTRAORDINARIO, EXCEPCIONALMENTE BUENO Y TODOS LOS ATRIBUTOS QUE SE QUIERAN PONER.
Sigue así amigo.
Saludos desde el ciberespacio
Es cierto Alberto cuando apuntas: “SABER PEDIR AYUDA”, muchas veces nuestro orgullo, dejadez o timidez nos impide pedir ayuda para cualquier cosa, da igual, todo el mundo se necesita y si no la pides pierdes una oportunidad valiosa. Tú la vas a dar si pedírtela, te mando una sonrisa como agradecimiento a tus palabras.
Hola amigo, me gustan tus palabras CARRETERA, CONDUCCION, COMUNICACIÓN ... otras como CORREO, CARTA, CAMINO, CIBERESPACIO y es que esas que empiezan por la "C" son casi casi todas mágicas; el cuerpo humano tiene dos partes principales, el CORAZON (es el motor) y la CABEZA (que es quien conduce) y casualmente comienzan por C como tantas y tantas otras que son extraordinarias ... claro está hay algunas c... que son poco buenas, pero esas las dejamos en la penúmbra porque no nos interesan.
Chao soriano ... y recuerda casualmente o por coincidencia tu eres TODO UN CRACK QUE HACES UNOS CUENTOS MARAVILLOSOS Y CUIDAS DE TODOS NOSOTROS.
Un abrazo.
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