viernes, 9 de agosto de 2013

Dolor



Comparto hoy mi poema semanal después de que ayer me resultara imposible componerlo.
Buen fin de semana agosteño de escotes y cortas faldas.

Me duele tanto no ver, maldita ceguera.
No ver tu rostro, tu sonrisa y tus curvas de hembra zalamera.
Cómo duele esta eterna oscuridad.
¿Imaginación? ¿Otros sentidos? No me sirven
Para satisfacer mi espíritu huérfano con lo que otros de ti ven.

Me duele tanto no recordar, odiosos olvidos.
No recordar tu voz y tu perfume, tus miradas que son flechas de traviesos cupidos.
Cómo duelen los olvidos de obeso olvidadizo, ¡de verdad!
¿Memoria de elefante? No es tal, sino de ebrio mosquito.
Ya nada sé, no sé nada de ti, ni siquiera un poquito.

Me duele tanto estar lejos de ti, galáctica distancia.
Tan lejos que ya ni siquiera cuando estamos juntos, puedo beberme tu fragancia.
Cómo duele eso de tan cerca y tan lejos, amada beldad.
¿Dos castos besos y cogerme, inigualable guía,  de tu brazo.
¡No! Quiero fundirme contigo en un único y ardiente abrazo.

Me duele tanto que otros disfruten de tu gozosa compañía, triste de paseos solitarios.
Compañía de citas de té y viajes, de intimidades en mesillas y armarios.
Cómo duele que otros tengan tu charla sin parangón ni inigualable igualdad.
Llamadas de teléfono y fríos mensajes escritos en virtuales billetes.
Quiero tu mano tomar y explorar juntos sin límites.

Me duele tanto que tus piernas enseñes, columnas de ónice y marfil.
Enseñas a calles y plazas tus encantos de luminoso candil.
Cómo duele saber que aquél, con tu expuesta piel, alimentará su pérfida curiosidad.
Primavera y verano son aliados de tus frescos atuendos de seda y oropel,
Invierno, único compañero para mí, me roba tus preciosos escotes y rizos de tu melena color de miel.

¿Golpes? ¿Caídas? ¿¿Abandonos? ¿Fracasos? ¿Frustraciones?
Nada de esto duele tanto como no tenerte más que unos míseros días en remotos meses.
Duele mucho la muerte, la ceguera, el olvido y la distancia.
Pero más duele saber que nunca, nunca, ocuparás mi cama vacía.


       

3 comentarios:

José María Souza Costa dijo...


Invitación - E
Soy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com

Rosa Sánchez dijo...

El dolor es pariente de ese miedo
que se manifiesta con múltiples formas,
tras caretas de muchos aspectos,
se agazapa y nos espera entre las sombras.

Se alimenta de los buenos recuerdos
y de sonrisas que ferozmente borra.
Desesperanza, olvido y desidia…
trae a tu mente aquello que más odias.

Como el fantasma arrastra sus cadenas
y se deja ver hacia la aurora,
inmiscuyéndose en nuestros sueños,
mientras los rompe o los devora.

Y los humanos infelices y errantes,
en un mundo de belleza sin igual,
víctimas inocentes de su juego
sin pretenderlo nos dejamos arrastrar.

No hay nada imposible bajo el cielo,
nada que no se pueda realizar,
el miedo es el mayor obstáculo,
el dolor nuestro más duro rival.

Fantasiosa siempre me llamaron
porque me aferro a lo que me da vida.
Viajo a menudo en un mercedes
aunque me encuentre sentada en una silla.

Imaginación, creatividad, ilusiones:
¿qué más da si es verdad o es mentira?
En mi mente he creado un universo
de amor y felicidad sin medida.

Existe si está en tu mente.
La imaginación es la herramienta más sencilla:
para viajar sin moverte del sofá
o para amar a esa persona agradecida.

No me detiene el miedo, no hay dolor,
mientras mis palabras sigan siendo prohibidas.
No hay muerte, ni desilusión
mientras me lea una persona, no habrá herida.

brujita dijo...

Después de escribir un comentario kilométrico va el teléfono y me lo hace perder...¡ en fin! Recapitulemos:
Te decía,Alberto que no me creía mucho lo que describias en tu entrada, que te salió tan triste... porque conociendo tu tendencia a la chanza y a reirte de ti mismo no me encaja... pero siento que si hay parte de verdad en ello , de manera que quiero recordarte aquello que cuando la vista no ayuda... nos lo hace fácil el tacto. Je,je.
Pasalo muy bien estos días de vacaciones.
Besito volado.

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