domingo, 10 de marzo de 2013

Aprendiendo mineralogía



Otra mañana de sábado en la que quedarme en casa vagueando? No, mejor me voy a Exponminerología en la Escuela Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad Politécnica. Desde la ONCE mandaron invitación para apuntarnos a visitar la simulación de una mina de carbón que en ella se encuentra y realizar un pequeño taller de minerales. Bueno, podía resultar curiosa la cosa.
No ha estado mal aunque esperaba más. El guía nos ha explicado el proceso de extracción del mineral y hemos podido tocar 12 tipos de minerales distintos con sus diversas características en cuanto a forma, textura, olor y sabor.
Luego, con la ayuda del voluntario que me ha prestado su brazo y con el que he compartido experiencias viajeras por Europa, hemos visitado un mercadillo de gemas y fósiles, he podido tocar el ámbar, la amatista, el cobre silvestre y otros más con nombres que no recuerdo, además de fósiles como el de una tortuga (podría haberlo adquirido al módico precio de 860€) o una bonita estrella de mar.
Por último me he quedado a escuchar una conferencia sobre la minería y paleontología en La Rioja, concretamente en las proximidades de arnedo. Ha sido muy ilustrativa y se ha mencionado los restos de icnitas próximos a mi pueblo, lo cual me ha hecho ilusión. Y encima, al final, nos han obsequiado con una soberbia rosquilla casera regada con moscatel y un pequeño prisma de pirita, lo que yo siempre he conocido como cantalobos.
Bueno, algo diferente. Ha estado curiosa la mañana. Siempre merecen la pena este tipo de actividades aunque luego haya unas que te llenen más que otras.



2 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

Vaya, vaya, Alberto, qué especie de sincronicidad tan extraña tenemos a veces; ayer estuve en una tienda de minerales y me compré una pulsera de cuentas redondas de ágata de color negro que le hace compañía a otra de ágata verde oscura que suelo llevar a menudo... soy una forofa de los minerales y del significado que les adjudican, claro.
Lo que no sabía es que tuvieran un olor específico. Hay que ver cuánto se aprende contigo, querido.
Un abrazo aprendiendo mineralogía de la mano del mejor arqueólogo de palabras del mundo.

Alberto dijo...

Rosa, ésta sí que es buena. Tú comprando minerales a la vez que yo. Es que para hacer un regalo a una amiga que veré en Oviedo esta próxima Semana Santa, compré una pulsera de amatista. Parecía bastante chula.
Yo también tengo mucho que aprender de ti.
Cuídate y sí, ya aguardo espectante ese encuentro bibliográfico próximo.
Feliz domingo mientras escucho que se han encontrado los restos de una hermana de Cleopatra, qué cosas.
Besos mineralógicos y supervitaminados. jejejeje.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...