Preguntas sin respuesta

Buena tarde de jueves.

Aquí mi nuevo esbozo de poema. Que te haga soñar.

Con cariño.

Un cálido abrazo de luz.

Preguntas sin respuesta

¿Cómo es tu ropa interior, mujer?

¿De tenue seda y satinado satén?

Deudo soy, fiel de ti, paladín.

¿Cómo las sábanas que a tu piel envuelven?

¿De resbaladizo raso al amanecer?

¿Quién abraza tus sueños de emplumada almohada?

¿El bandido que me robó tus besos?

Sediento, insaciable, de tu fuente sin fin.

¿Quién sabe tus verdaderos deseos?

¿El que camina junto a ti en el ocaso y la alborada?

¿Dónde miras cuando miras el mar?

¿Al país de la magia y los quereres?

Mendigo de tu aliento, susurros de  tilintilín.

     ¿Dónde guardas la llave de tus apasionados anocheceres?

¿Entre las páginas de un libro sin par?

¿Qué buscas al recorrer los pliegues de una piel de hombre?

¿La hierba salvaje del goce candente?

Devoto de nuestro castaño florido, exuberante tapiz.

¿Qué pides cuando hablas con las brujas, allá en el bosque silente?

  ¿El alzar tu fuego hasta la cegadora cumbre?

¿Dejarás que te quiera en tu próxima vida?

¿Y en ésta?

Eterno juglar de tus vuelos, coquetuela perdiz.

¿Dejarás que fantasee con mi mano, sobre tus curvas, puesta?

¿O la apartarás sin remedio ni medida?

Eso soy, inalcanzable quimera:

deudo, fiel de ti, paladín;

Sediento, insaciable, de tu fuente sin fin.

mendigo de tu aliento, susurros de  tilintilín.

devoto de nuestro castaño florido, exuberante tapiz;

eterno juglar de tus vuelos, coquetuela perdiz.

Ciego solitario, a cada instante, en el otoño y la primavera.

Te pregunto sin palabras ni exigencias,

Deseos ocultos al otro lado de la luna.

No respondes, extraviada entre la bruma,

Esquivando mis súplicas de impacientes urgencias.