Como ya dije el miércoles, ayer tarde visité el MAN,
interesado en comprobar de primera mano, que no a primera vista, cómo era esa
accesibilidad que tanto se había pregonado a partir de la inauguración del
Museo el pasado 1 de junio.
Con Paco Alvarez y Diego Cruz me dirigí a él, ilusionado y
curioso.
Había descargado previamente una app para Ios y esperaba
descargar más puntos informativos a modo de audioguía, locuciones, conforme se
dice en ella, a partir de su conexión wi-fi.
El Museo está muy bien y no se recorre en un par de horas,
ni mucho menos. Nos faltó tiempo. Consta de 36 salas a lo largo de tres plantas
en torno a una especie de patio grande acristalado, por el que penetra la luz.
Abarca toda nuestra Historia desde los albores de la humanidad hasta el siglo XIX
con infinidad de objetos de la vida cotidiana, adornos y ofrendas, esculturas y
demás.
Del Museo, sin duda que conoceréis la Dama de Elche o el
Tesoro de Warrazar. Pero hay muchas más piezas, desde los cantos rodados de
sílex, hachas y puntas de flecha, momias, esculturas, hasta una amplia
colección de monedas y distintos medios de pago. La Dama de Baza, las figuras
de Libia y Tiberio, ánforas…
Esto a nivel general. En cuanto a la accesibilidad:
Yo no pagué los 3€ que cuesta la entrada. No me habría
importado hacerlo, sabedor de que iba a poder tocar cosas.
Hay lo que llaman estaciones táctiles que son conjuntos
temáticos de réplicas con información que se puede tocar. No olvidaré esa
crátera griega tan elaborada, ese escudo de legionario o esa hoja de té que se
usó como moneda en la antigua China.
Respecto de la app, como he dicho la traía descargada de
casa, pero no fui capaz de descargar todo lo que anuncian. Además, luego me
dijeron que había otra app relacionada con las estaciones táctiles. ¿No sería
más lógico que en una sola se englobara toda la información?
Está muy bien eso de tocar réplicas, pero son muy pocas
respecto a todo lo que se expone.
Total que, ratificando que el avance producido en
accesibilidad ha sido importante, no me parece que sea la meta.
Al no poder descargar en el Iphone la información,
preguntamos y nos dijeron que es que disponían de muy poca banda de datos y que
se saturaba, que solicitáramos la audioguía al precio de 2€. No es por el
precio, si no que ya que se hablaba tanto de modernidad, pues quise ponerlo en
práctica con mi Iphone. En fin.
Cierto es que lo bueno es enemigo de lo mejor y, entre no
poder tocar nada, siempre las maladadas vitrinas se encargan de recordármelo, y
unas pocas réplicas, es mejor esto que nada, pero aspiro a cumplir el sueño de
acceder a lo original. Si los que ven, ven piezas originales, ¿por qué los que
no vemos no podemos tocar las auténticas también? ¿Es que un mosaico de 2
metros cuadrados se va a pulverizar porque los dedos de algún que otro ciego
chalado como yo, se posen en él?
Y cómo no, me dio por tocar más cosas aparte de lo que
estaba predeterminado y una simpática vigilante me echó el alto. Sólo podíamos
tocar lo que había en las estaciones, nada de originales como la leona con cara
de mujer, figura antropomórfica o algunas estelas funerarias, una y otras de
piedra. No digo nada de la chica, que bien simpática fue y dijo que por esa vez
hacía la vista gorda, pero qué queréis… no me gustó.
No nos dio tiempo a pasar por la tienda, no por haber
comprado nada, aunque a lo mejor también, si no por ver si disponían de
réplicas para vender de la citada Dama de Elche o de un estupendo escriba
egipcio, etc.
Menos mal que mi querida amiga Ana, ella de Elche, me la
trajo hace un par de años y al preguntarme que si sabía qué era, le señalé con
el dedo y afirmé, sin dudarlo, que era ella, jajajajjaja, la dama de Elche,
jejejje.
Buenas noches y buen fin de semana.
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