Feliz sábado, feliz verano. Yo qué sé, ¿verdad?
Sí, yo qué sé cómo son las imágenes. Para quienes veis, una
imagen vale más que mil palabras. Para quienes no vemos, muchas veces, una
palabra vale más que mil imágenes.
Sí, una palabra envuelta en los colores del tono, el timbre
y la intención.
Un “guapo? Puede sonar alagador, cortés o falso.
Un “pedazo de feo” puede sonar a repulsivo, pero también,
por qué no, a piropo, jejeje.
Pero si además a la palabra le añadimos la música, ya la
cosa se torna sublime. Claro, una buena música afinada, armónica y acorde. Esa
música, más allá de la que los instrumentos generan, se hace grande cuando esa
persona amiga te habla.
Las personas ciegas nos hacemos expertos melómanos de la voz,
aun a riesgo de caer en el vicio de prejuzgar a la persona que nos habla.
Quienes veis, os guiáis por la imagen de la persona, quienes no vemos, por su
voz. En un caso y en otro,es arriesgado dejarse seducir por esa primera
impresión, pero supongo que es inevitable.
En fin, palabras y música, imaginar evocando. Cerrar los
ojos y soñar.
Un abrazo y feliz Día de la Música.
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