Buenas noches de sueños y sueño.
Que estéis bien y no dejéis de soñar.
Con cariño.
¿A qué saben tus sueños?
No, no quiero probar tus besos, mujer;
me hace daño saber que es otro quien se los bebe.
¿Al dulce de la pasión por la vida?
Sí, sí deseo tu sonrisa leve;
Que convierte mi triste noche, en un alegre amanecer.
No, no acaricies mi pecho, señora;
Es áspero, nadie nunca lo ha abrazado.
¿Al amargo del fracaso y la despedida?
Sí, sí te pido tus manos a mi lado;
Para que no me pierda, entre la bruma, a cada hora.
No, no gastes tu exótico perfume de jazmín;
No podré olértelo donde yo querría.
¿Al agrio de la muerte perseguida?
Sí, sí pretendo palpar tu nariz de fantasía;
y evocar, con ella, a la reina del misterio sin fin.
No, no toques la música de tus palabras;
Que, inquietas y prohibidas, se cuelan en mi alma.
¿Al salado mar de horizontes sin medida?
Sí, si escucho tu chispa y tu calma
Con ellas, el erial de mi dicha, labras.
Necesito saber a qué saben tus sueños,
Ser tu almohada y sosiego.
¿Saben tus sueños que saben a espliego,
A exaltación de brasas y leños?
Dulces de pasión y vida, azúcar y miel.
Amargos de fracaso y despedida.Vinagre y hiel.
Agrios de muerte perseguida.
Abandono y derrota.
Salados mares de horizontes sin medida. Playa y gaviota.
Me gusta su apasionada dulzura,
Apuraré su acidez y amargura,
Aliñaré mi futuro con su sal y su locura.
Sacian, ¿lo sabes ya? mi hambre de amor, vida mía, desde el ocaso
a la aurora.
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