sábado, 11 de octubre de 2014

Pa ti sí estoy



Buena noche de sábado.
Mientras la lluvia cae sobre los cristales de mi ventana, comparto esta noche de sábado otro esbozo poético. Ya, no es jueves, es sábado de fiesta, magia y baile. Es hora de promesas a la luna.
Sea lo que sea, con él responder quiero a otro reto de amistad y creatividad que mi admirada y ya conocida tuya, Rosa Sánchez me lanzaba esta mañana. Adaptar la canción de Rosana Arbelo, “Pa ti no estoy” y crear un poema. Poema no será, pero sí esbozo poético. Espero cumpla su espectativa y también la tuya.
Con cariño.

Pa ti sí estoy

Te fuiste una mañana de viernes;
 cuando también el verano se iba.
En el País de los Sueños
Aguardándote estaban.

Pa ti sí estoy,
Ingenioso escultor de mi vida.
Vivir para Bert,
Ver para vivir.

Te vas cada día
Dejando mi vida vacía.
Ingeniosa maestra
Escritora de la más grande novela: la nuestra.

Pa ti sí estoy,
Detrás de cada columna,
Y sobre cada banco de piedra.
Aprendiz de jardinero, siempre, ayer y hoy.

Te irás, alma grande;
Tu sonrisa cabalgará sobre la espuma del mar;
Veloz alazán será, para quien montarse en ella pueda
Te irás de mi lado, sí, en pos del viento y el hermoso horizonte.

Pa ti sí estoy,
como siempre estuve.
Escritor de mágicos poemas sobre tu piel estremecida.
Duna, lecho, pijama de seda.

Que te vaya bonito,
Yo aquí estoy pa ti.
Afortunado él que sus ojos te ven,
Que sus manos te acogen.

Yo viento seré para besar tu piel,
Duna para envolver tus pies,
Lluvia para mojar tus labios,
Brasas para caldear tu corazón.

Qué más da que no te pueda querer,
Que me pidas que a otra quiera.
Yo a ti siempre te querré,
Pájaro, mariposa, castaño, flor.

Pa ti sí estoy,
Siempre, ayer y hoy.
Que te vaya bonito,
Que seas feliz.






2 comentarios:

Rosa Sánchez dijo...

EL VALOR DE VALER


Tú me enseñaste,
maestro,
el valor de valer.

El valor de valer
La importancia de estar.
El coraje de ser.
La utilidad del esfuerzo.

Que ser de provecho
vale la pena,
que no existe sacrificio
cuando se da de corazón.

Pero también me hizo ver,
tu inmensa luz de bondad,
que todo vale la pena
si las personas lo merecen.

Me enseñaste con cariño
que todavía valía
mientras otros me ultrajaban.

Que no se deben mendigar
aquellas cosas que son
dádivas del corazón,
frutos nacidos del alma.

Me enseñaste tantas cosas
que te considero un hermano.
El mayor de todos.

El valor de la amistad,
de las palabras sentidas.
El trabajo bien hecho
de corazón y en conciencia.

Encarnas tantas virtudes,
querida figura retórica,
que todo cuanto haga por ti
es poco o apenas nada.

Un trazo en el papel,
un relato a medio hacer…
nada para todo lo que tú mereces.

Un fuerte abrazo, Alberto. Con todo cariño. ¡Feliz semana!

Alberto dijo...

Querida Rosa, ante tu comentario tan solo me cabe una respuesta... "Mi valer es tu valer". Y sí, una duda, ¿qué significa figura retórica? ¿Geometría y lengua? Me temo que no es retórica una figura tan grande y con un alma como la suya que irradia luz allá por donde va. Besotes.

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