Riqueza es tener instantes con quien compartirlos sabiendo que al hacerlo
se posee el mejor de los tesoros.
Compañía es estar al lado de la brisa, la fuente, las estrellas y la belleza porque ellas te representan.
Alegría es que me digas que cada día eres un poquito más feliz gracias
a mis motivos para sonreír y a mis ingenuas miradas desde el corazón.
Lealtad es esperar hasta el fin de los tiempos para entregarte el
regalo de una caricia y querer cantar como los ruiseñores para ser tu
despertador de cada mañana.
Perseverancia es no rendirse al desaliento de la ceguera a pesar de
no ver tu hermosura y, en cambio, mantenerse firme en el propósito de avanzar
cueste lo que cueste en pos de tu admiración.
Bondad eres tú por tu paciencia para conmigo y por tejer las alas de
mis sueños con los hilos de la comprensión, el cariño y la inspiración.
Grandeza es hacer de los pequeños detalles un camino que conduzcan a
la meta de la emoción estremecida.
Delicadeza es sentir el perfume de tu alma de azucena y escuchar tu
respiración de caracola.
Destreza es saltar entre las huellas de tus pisadas de colibrí
porque son la luz que alumbra mi oscuridad.
Cordura es aprender la manera en que nos
hacemos amigos de la esperanza cuando parece que ya nada tiene sentido ni nos
quedan sentidos para vivir.
Exquisitez es beber de la copa de tus labios, saborear la dulzura de
tu piel y tocar la seda de tu melena.
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