Perder es hacer daño a la persona que más quieres y romper
sin remedio su confianza.
Es aprender que volverás a equivocarte y hacer daño pese a
todo lo vivido.
Es dejar de ser lo que siempre quisiste ser porque no supiste
decir no.
Es olvidar que lo único que merece la pena en tu camino es
ayudar a que, quien contigo camina, sonría y sea un poquito más feliz.
Es dejar de recibir un suspiro emocionado, un abrazo sin
tiempo y un beso sin lugar.
Es cerrar los ojos a la duda, a la ilusión y a la sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario