Buena noche de miércoles:
Nuestros amigos la oruga y el ciempiés nos traen otro de sus
diálogos. Espero te ayude a sonreír…
Un abrazo y a disfrutar.
De compradores de sentimientos
-Ciempi, mira a ver qué se oye ahí abajo. Sospecho lo peor.
Me da que debe ser algún león o tigre de Bengala o una pantera negra de
Beliquistán.
-Cari, voy. Me temo que es un gatito.
-¿Un gatito? Porca miseria, qué vulgar.
-Pero cariño, cómo iba a haber un tigre, un león o una pantera
si estamos en este pueblo de la Meseta. Ni siquiera es un pueblo, una aldeúcha
de nada. Qué imaginación tiene mi cari. Cualquier día me dices que estamos
debajo de una palmera mascando cocos…
-Es que… maúlla tanto…
-Creo que es tan desheredado como nosotros. Se le ve perdido
y solo. Parece muy desvalido. Y tan pequeño… Un minino.
-Hablando de gatos, recuerdo cierta dama que estaba chocha
con un gatazo anaranjado, de Angora le decía. Se preocupaba más por ese gato
que por su marido. Jejeje, recuerdo que un día se largó el gato a cortejar
hembras en celo y la dueña hasta lo anunció en el diario de la ciudad.
-Es que el gato igual le hacía más caso que el marido,
jijiji. Yo a ti te quiero a cada latir de mi cuore.
-Muy italiano te veo, ciempi. Y a mí de los italianos lo
único que me gusta es la pizza.
-¿La pizza? ¿Una oruga comiendo pizza? Ummmm.
-Sí sí. Y cuanto más masa, mejor. Ya se sabe… cuanto más
masa, mejor se pasa,
uuuujummmm…
-Ah, pues yo masa… tengo un rato largo… ¿te llena bien mi
masa, cari?
-Llenar, llenar; hasta reventar… jijiji…
-¿Y de qué me vas a hablar hoy?
-Ah, ¿quieres que te hable de algo? ¿Acaso de los que
quieren comprarlo todo? Esos que se creen que pueden adquirir un kilogramo de
ilusión, cinco litros de sonrisas, una caja de educación… Puaaaaj, gañanes.
Disgraciattos… Si en vez de comprar, vendieran… cuánto mejor no les iría. Vender
humildad y sencillez, pongamos por caso.
-¿Hay dinero para comprar eso que tú dices? Yo pensaba que
con dinero los humanos sólo podían adquirir cosas y de lo que tú hablas me
parece que no lo son.
-Claro. Ahí voy. Que porque tengan cuatro papelillos
pintados con números y colores creen que ya lo tienen todo. Que hay tiendas en
que venden educación, sonrisas, ilusión, esperanza, amor…
-Pues yo, cari, sin poseer esos papelitos a los que tú aludes,
tengo ilusión, alegría, esperanza y Amor. Te tengo a ti.
-Hip hip hip. Qué bonito, ciempi. Tú siempre tan galante.
Anda, dame uno de tus pies, que quiero besarte.
-Ay, pero si mis pies de nada me sirven. Dame mejor un buen
empujón…
-Empujón es a remojón como polvorín es a… jijijiji.
-Qué guapa eres, oru. Cada día te veo mejor.
-Ay, ciempi. Eso mismo me gustaría a mí, verte cada día
mejor pero… como no sea con el ojo de atrás…
-Con el de detrás… siempre me verás aunque cagues nada más…
jijijiji.
-Guasón… mi poeta… oooohhhhh. Jijijiji.
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