Abundo, ahora, después de haber subido la foto, más en detalle, en el relato de la emocionante tarde que he compartido junto a la escritora donostiarra Dolores Redondo, autora de todo un best seller del género negro: "El guardián invisible", la primera entrega de una trilogía ambientada en el valle navarro del Baztán que pronto será llevada al cine y cuya segunda entrega se presenta mañana.
Ha sido en el marco, siempre buscando mi participación inclusiva, del club de lectura que organiza Casa del Libro y en el que, ya, el curso pasado participé.
El hacerlo me enriquece e ilustra, además de darme la oportunidad de estar cerca de autor@s consagrados y hacerles entrega de sus obras en versión braille, hecho que acogen con verdadero entusiasmo.
Pues bien, la charla con Dolores ha sido amena, cercana y cálida, con la campechanía de los vascos de pro.
Nos ha hablado del proceso creativo de la novela, cómo el ambiente neblinoso y hermético del Valle es un personaje más del relato que influye en el resto de la trama y cómo su escritura es disciplinada y compulsiva, que requiere de que luego haya unas terceras personas de su máxima confianza que se encarguen de leer el texto.
Nos ha hablado de su pasión por la restauración y cómo ésta, requiere grandes sacrificios con la familia, lo que la llevó a renunciar a ella.
Para mí, ha sido todo un lujo, poder transmitirle, de manera personal y directa, mi enhorabuena por haber sabido transmitirnos unos paisajes plagados de misterio e imágenes, gracias a la palabra, así como presentarnos unos personajes de carne y hueso, con sus debilidades, traumas, aciertos, pasiones y anhelos.
Guardaré la foto que nos hemos hecho sosteniendo el libro en braille con su sonrisa y mi emoción.
Lástima que el próximo encuentro me va a resultar esquivo, por tener que presentar desde el Clu Braille, una conferencia en torno al bicentenario del nacimiento de Giuseppe Verdi y Richard Wagner y la importancia del braille en el acceso a la música. Será mi amiga Elena quien entregue a Julia Navarro su ejemplar braille de "Dispara, yo ya estoy muerto". Una pena, pero de momento no tengo el don de la ubicuidad.
Un abrazo emocionado.
lunes, 18 de noviembre de 2013
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1 comentario:
Si es que, no se puede estar en todo, por mucho que lo intentes. :-D No conocía a esta escritora, tendré que leer algo de ella.
Un abrazo.
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