Sí, soy ciego, 26 años ya sin ver. Los recuerdos de colores,
paisajes, formas y espacios se han borrado prácticamente ya de mi retina y de la
memoria. Hubo tiempo en que cuando soñaba, aún lo hacía viendo colores; ahora
ya, ni eso. No ver tantas cosas, ¿qué aspecto tendrá mi familia? ¿Cómo seré yo?
¿Cómo seréis vosotr@s que me seguís? Ya se, ya; lo importante es la persona, no
el aspecto físico, pero… Pero, qué queréis, a uno le gustaría ver a esas chicas
quelucen pierna y escote, esos árboles y flores, esos monumentos, tantos esos…
¿Qué hacer? ¿Lamentarme por no poder ver lo mucho que hay
que ver? ¿Sentirme un inútil desgraciado que tiene que poner buena cara al mal
tiempo? ¿Llorar? ¿Arrojar la toalla? ¿Darme de cabezazos contra la pared? No,
mejor no; no sea que se inunde el mundo con mis lágrimas, le dé a algún
inocente (siempre pasa eso de que pagan justos por pecadores) un toallazo o me
cargue la pared y provoque un desplome.
Reírme del mundo porque, total, como no sé la cara que
pondrá al hacerlo, ¿qué más da?
¿Conformarme? ¿Asumirlo y valorar que otros sentidos se han
agudizado?
Hay quien dice: “total, pa lo que hay que ver, qué más da”.
Pero, ¿qué dirían esos mismos si supieran que un día se quedarían tan ciegos
como yo?
Otros dicen: “ojos que no ven, corazón que no siente”. Y yo…
“ojos que no ven, hostia que te das”.
Frustración, barreras,
tristeza, anhelos, fantasías, miserias.
No, no. Siempre adelante, tenacidad, empuje, ironía,
testimonio, lucha.
¿Qué me queda? Ciego soy, pero aquí estoy. Mirando al mundo
a través de la pantalla de este ordenador portátil gracias al que llego hasta
ti.
Ciego soy, mas fuerte soy. ¿Por qué no? Si, quién sabe, por
qué no, tal vez, acaso, con mis palabras, actitud y sonrisa podría conquistar a
la más hermosa de las mujeres, ¿por qué no, entonces, iba a ser capaz de conquistar el mundo?
Y, si no, siempre me quedará aquello de “date un porrazo y
verás las estrellas”. Ja, pues que el porrazo me lo dé contra dura curva de
mujer porque, al menos, después de que descubra que es mentira eso de que ves
las estrellas cuando te golpeas, me habré levado un buen roce por delante.
Sí, la ceguera ha venido hasta mí para quedarse. Tendré que
tratarla bien, hacerme amigo de ella, no sea que le dé por causarme más dolor
aún.
¿Qué me queda? Claro, qué me va a quedar: la ironía, la
satisfacción de que estoy conquistando, si no el mundo, sí la literatura.
Que mi sonrisa no se ha quedado ciega como yo, que mi poesía
y sensibilidad, tampoco.
Que tengo mucho que contar, que se puede y merece la pena,
que si yo lo logro, ¿por qué no ibas a lograrlo tú?
Ya sabéis: siempre adelante, lo fácil no es divertido, lo
divertido es hacerlo por ti mismo.
Bonita manera de celebrar este sábado de fiestas en honor de
san Pedro y san Pablo, ah, claro: felicidades a los Pedros, Pablos, Petras y
Paulas.
Y, eso por supuesto, sin dudarlo: jodido pero agradecido. Ciego
pero contento.
Cómo no, si estás tú ahí que me escuchas y aguantas, si
encima me quieres y todo.
Ver, no veré, pero… ¡que me quiten lo bailao!
2 comentarios:
Querido Alberto:
A veces nuestra falta de sensibilidad al decir cosas como: "para lo que hay que ver" supongo que dejan en uno un amargo vacío. Sí, frases hechas de las que echamos mano cuando no se sabe qué decir.
Por eso mereces todo respeto y admiración. Por eso te has convertido en ejemplo de muchas cosas. Eso ya es más valioso que escalar el Everest en un día y medio.
Al leer lo de las estrellas, me he acordado de aquello que me decías con una amplia sonrisa: "salta, salta".
Sabes que eres el mejor narrador y deseo que sigas muchos años entreteniéndonos y haciéndonos disfrutar con tus bellos poemas y relatos.
Con confesa admiración y cariño.
Querida Rosa:
Más que amargo vacío, lo que queda es ganas de contestar en la misma línea, pero... la educación y la conciencia no em lo permiten.
Yo también recuerdo eso de salta salta, jejeje aunque no hubiera roce, ¿eh? que la educación y la conciencia no me lo permiten.
Y sí, espero, confesa admiradora y cariñosa que seguiré escribiendo y contando, que... jajajajajaja... la educación y la conciencia no me permiten hacer otra cosa... uuuuummmmmmmm
Besos de luz veraniega.
Cuídate.
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