Ya se sabe: “dime con quién andas y te diré quién eres”.
Pues bien, pensaba yo días atrás sobre a quién me gustaría conocer, qué personajes
de la Historia habría querido que fuesen compañeros míos de mesa en una comida
o tertulia.
Es difícil,, ¿verdad? Igual a vosotros se os ocurren algunos
otros.
Querría que fueran amables, que enseñaran con amabilidad y
tuvieran por bandera la humildad. Y es que sé que ha habido genios pero éstos
han sido difíciles de trato. A éstos los dejo de lado aun habiendo sido
transcendentales para la humanidad, pero no creo que me gustara pasar un rato a
su lado.
Bueno, ahí van:
Un iluminador de libros en los scriptorium medievales, un
San Isidoro de Sevilla o Santo Toribio de Liébana. Me imagino su sensibilidad
al elegir los colores, su destreza, sus conocimientos.
Un Leonardo da Vinci, un sabio humanista, erudito del
Renacimiento.
Un Baltasar Gracián con sus proverbios ejemplares.
Uno de los exploradores del siglo XIX, enfebrecidos por el
misterio de encontrar parajes increíbles o civilizaciones perdidas, del orden
de un Richard Burton o un Howard Carter.
Un Jules Verne que, sin salir de casa, nos legó grandes
aventuras literarias.
A esass mujeres fascinantes como la condesa
Marga d'Andurain o Mata Hari, espías, viajeras...
Claro, a la madre Teresa de Calcuta, con su
humanidad y acción benefactora.
A Santiago Ramón y Cajal, con sus
experimentos, pese a los escasos medios de que disponía, y logros, sus pasiones por la Ciencia.
Y a personajes ilustres de hoyh como
Vicente del Bosque, con su sencillez y constancia; a un Manu Leguineche,
viajero, ameno conversador, o a un José
Luis Perales.
Bueno, desde luego, que me habría gustado
escuchar su voz, sentir su pasión, enriquecerme con sus experiencias y fuerza que
les movieron. Soñar, soñar. ¿Por qué no? Yo qué sé.
6 comentarios:
Casi nada, Alberto. jaja, te gustaría conocer a la creme de la creme de la humanidad. La suerte es que todos ellos nos dejaron su legado, su huella, y de hecho, a ninguno lo hemos olvidado.
Un abrazo
Alberto, algunos de los aquí citados viven todavía... yo no perdería la ilusión por conocerlos: ¿quién sabe si algún día te sentarás a conversar un rato con alguno de ellos e intercambiaréis puntos de vista, impresiones..? Nunca se sabe. Un amigo ha cumplido el sueño de charlar un rato con Pérez Reverte y cuenta que es majísimo. Seguro que si te lo propones, lo consigues.
Un abrazo y buen fin de semana.
Montse, así es, ésa es su huella en forma de legado de inmortalidad. Pero hay tanto que aprender de gente como ella...
También me gustaría conocerte a ti, claro que sí.
Todos podemos dejar nuestra huella.
Rosa, lo sé, sé que alguno de esos personajes viven aún. En realidad, esta entrada, es un guante que lanzo por si de alguna forma puedo conocerlos. jejejej.
Y, como le digo a Montse, también me gustará conocer a una escritora genial con nombre de Rosa Sánchez, aunque huela a bamboo.
Besitos de luz para las dos.
Feliz domingo.
Estimado Alberto,
conozco a esa autora,
la misma que nombras,
la vi la otra anoche,
surcando los cielos
montada en su escoba,
en busca de no sé qué sueños,
entre no sé qué estrella,
tal vez una nova...
en cuanto la vea,
te la envío pa tu casa
junto a un ramo de novia.
Alberto, me consta que ya con tu febril actividad literaria estas conociendo a mucha gente interesante.
Estoy seguro que todo llegará para acceder a gente del nivel que comentas. Y estoy totalmente de acuerdo: La humanidad de la gente me atrae mucho más que el genio puntual en algunas cosas nada más. Yo también me apunto a ese sueño.
Un fuerte abrazo.
Rosa, jejejeje. Pensarías que me había entretenido deshojando los pétalos de ese ramo de novia y habíaseme olvidado dar cumplida respuesta escobera.
Sea como sea, estoy seguro de que esa escritora hará lo posible por dejarse guiar hacia ubn encuentro de amistad y calidez que para eso es además de una buena escritora, una escritora buena.
Y, nada... a seguir construyendo sueños.
Besitos de polvo de... estrellas.
Paco, ya estoy conociendo a personas de esas que nombro, personas grandes por su humanidad y comprensión, ricas en sensibilidad y poesía. Estoy seguro de que así voy a seguir porque con gente como tú el camino es llano.
Cuídate y que sigamos conociendo riquezas en forma de encuentros y aprendizajes de sencillez y testimonio.
Un abrazo.
Publicar un comentario