Los primeros frutos de Teatro Real Accesible junto a la
Fundación Vodafone, la ONCE y el Teatro Real
Finalizado el proceso de mi participación y una vez
presentada la aplicación para teléfonos móviles, Teatro Real Accesible, quiero
compartir contigo mi experiencia en el proyecto que tuvo ayer, como colofón,
hablar de ella al gran tenor Plácido
Domingo. Todo esto para mí ha sido muy emocionante y alagador. Estar presente,
que se haya contado conmigo, que se me haya valorado con palabras cargadas de
cariño y que haya contribuido al avance de la accesibilidad es un honor y algo
que no olvidaré, un auténtico privilegio. Y porque sé que te alegras conmigo y
porque quiero ser agradecido, me permito compartir esta crónica.
El objetivo era diseñar una aplicación para teléfonos
móviles que permitiera mejorar el disfrute de la ópera a las personas ciegas
gracias a la tecnología y la audiodescripción. El reto no era fácil, pues no es
lo mismo audiodescribir una película o una obra de teatro, que una ópera en la
que no hay silencios dándose la disyuntiva entre pisar la música o ayudar a
comprender la escena. El resultado es fantástico, ya que se consigue el
equilibrio entre esos dos conceptos y a mí me ayudó a disfrutar como uno más
del espectáculo que estaba representándose.
Allá por mediados de abril mi amigo y responsable del
Departamento de Producción Sonora del Servicio Bibliográfico, Fernando Laguía
me comentó que desde la Dirección de Autonomía Personal de la ONCE andaban
buscando una persona ciega a la que le gustara el tema cultural y manejara la
tecnología, que había pensado en mí y que si me apetecía colaborar daría mi
nombre. En aquel momento se trataba de ir a probar una aplicación piloto en el
ensayo de La traviata en el Teatro Real. Ni lo dudé, cómo haber podido,
jejejej. Estuve allí con otros dos compañeros más discapacitados visuales y
algunos sordos, vimos los fallos que había de sincronización en la
audiodescripción y aportamos sugerencias de mejora.
Mes y medio después, una vez implementadas esas mejoras, se
me dijo que querían que grabara un vídeo presentando la aplicación, una
aplicación gratuita y sencilla que, una vez capturado un código QR te permite
descargar la ópera en cuestión y seguir la representación como uno más. Estuve
dos tardes grabando el vídeo esta vez con Porgy and Bess como obra de fondo y luego se
presentó el vídeo protagonizado por mí a los medios de comunicación en rueda de
prensa. Finalmente, se me dijo que le habían hablado del avance a Plácido
Domingo y que quería conocerme y que le contara mis sensaciones.
Esto ha sido todo. Bueno, todo no, que ahora
vienen mis emociones, los primeros frutos, esas batallitas que el día de mañana
podré contarles a mis sobrinos nietos o a quien quiera escucharme cuando sea
viejillo, cuando ya sólo me queden recuerdos por vivir… “¿sabes? Yo, una vez
estuve con Plácido Domingo, el tenor aquél… y planté árboles y piloté una
avioneta y monté en piragua sin saber nadar y me perdí en una carretera de
Extremadura cuando volvía de un pueblo y… ay ay ay, ya no me acuerdo…
jejjejeje”.
Es emocionante ir al Teatro Real y que te digan que entres
por la Puerta de Artistas, que te lleven a salas y lugares no frecuentados por
el público, el Salón Azul, la Sala de Protocolo, los camerinos… y ser recibido,
y atendido, con una exquisita amabilidad por el propio Director del Teatro y las chicas de Prensa, Inés,
Silvia o Grazzia, es genial.
Hacerme sentir cual estrella de rodaje, con toda la
parafernalia de la grabación audiovisual, tanto que alguien se creyó que yo era
importante, jajajaj, y quisiera hacerse una foto conmigo, jajajaja, con el
cieguito Albertito, eso sí, siempre bien acompañado.
Estar con la gente de la Fundación Vodafone siendo querido
por ellos como imagen de buenas prácticas, diciéndome lo bien que me sale
hablar en público, lo natural que soy, el buen fichaje que han hecho conmigo
para hacer visibles sus acciones de accesibilidad… César, Satur y Estíbaliz, un
encanto los tres.
El poder invitar para que me acompañen a estos saraos a
personas muy queridas por mí, difícil elección, pero sintiéndome orgulloso por
proporcionarles una experiencia diferente: Paco e Isabel. Fueron mis ojos y mi
brazo en todo momento, ayudándome a sentirme seguro y a ponerme fácil la
ceguera.
Estar en la mesa con los máximos responsables del proyecto
el día de la rueda de prensa, dándome el papel principal como usuario final fue
muy emocionante. Transmitir lo esencial para mí: acercarnos a la utopía de la
inclusión social normalizada, de la magia que resulta dejarse seducir por el
corazón a la hora de disfrutar de la experiencia artística, de cerrar los ojos
y mirar con otros ojos (con los del alma y la sensibilidad), de que seguimos
queriendo más, más accesibilidad, más conciencia y más avances para que la
ceguera excluyente pueda algún día
transformarse en plenitud e igualdad.
Estar con Plácido Domingo, un hombre mayor que habla en voz
baja, afectado por la muerte de su hermana, contándome una anécdota con otro
ciego ilustre, Jorge Luis Borges, estrechándome la mano con él, entregándole mi
libro dedicado, recibiendo su agradecimiento. Ese Plácido Domingo, divo de la
canción que aseguró deberse al público hasta que la voz se lo permita y que
estremece escucharle cantar en un espacio acústico increíble como es el Teatro
Real.
Sí, primeros frutos en forma de emociones. Pero habrá más.
Habrá el momento de ir, esa vez ya sí sin apoyo ni siendo VIP, sino uno más,
ver la ópera y poder decir… “yo también voy a la ópera como los que ven y la
disfruto como ellos gracias a que alguien quiso apostar porque así fuera: el
Teatro Real y la Fundación Vodafone poniendo los medios, y la ONCE siendo el
respaldo imprescindible para que el milagro de que yo pueda participar y
disfrutar como uno más sea posible.
¿Y el próximo reto? ¿Tal vez hacer accesible la zarzuela o
el ballet o…? jejejeje. Nos reíamos con Satur y César de hacer accesible eso de
correr delante de los toros en San Fermín o saltar en paracaídas con
aplicaciones tecnológicas que nos lo hagan ver… Me quedo con la zarzuela o el
ballet, quita quita. Los toros en el plato en modo rabo guisado o solomillo y
el paracaídas en tierra. Jajajajajaja.
Aquí el vídeo con mi presencia protagonista:
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